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La Biblia, Misión y Crecimiento de la Iglesia: Perspectivas Históricas y Contemporáneas
Por Bill Mitchell
Desde la iglesia primitiva del primer siglo ha existido una relación ‘simbiótica’ entre la Biblia y la misión. Aquí hacemos uso de ejemplos de esta relación en diferentes momentos en la historia de la iglesia para explorar su rol en la vida y crecimiento de la iglesia y compaginar una variedad de iniciativas. El documento ‘Verbum domini’ de la Iglesia Católica y el ‘Compromiso de Ciudad del Cabo’ del Movimiento de Lausana ilustran enfoques contemporáneos, y ejemplos de programas en América Latina y el Reino Unido diseñados a fomentar la interacción con las Escrituras resaltan el uso creativo de la Biblia en la misión de la Iglesia hoy. Al igual que la iglesia en toda época, no hacen falta retos nuevos–algunos de los cuales se consideran en el apéndice.
1. La iglesia primitiva
En el Nuevo Testamento es evidente que las Sagradas Escrituras jugaron un rol fundamental en la vida y crecimiento de la iglesia del primer siglo. Lucas lo constata al comienzo de su evangelio:
Muchos han emprendido la tarea de escribir la historia de los hechos que Dios ha llevado a cabo entre nosotros, según nos los transmitieron quienes desde el comienzo fueron testigos presenciales y después recibieron el encargo de anunciar el mensaje. Yo también, excelentísimo Teófilo, lo he investigado todo con cuidado desde el principio, y me ha parecido conveniente escribirte estas cosas ordenadamente, para que conozcas bien la verdad de lo que te han enseñado. (1.1-4)
Al finalizar esta obra Lucas relata el encuentro de dos discípulos desconsolados y el Jesús resucitado, y cuenta que Jesús ‹‹se puso a explicarles todos los pasajes de las Escrituras que hablaban de él, comenzando por los libros de Moisés y siguiendo por todos los libros de los profetas›› (24.27). Al entrar en debate con los líderes religiosos Jesús habló a menudo de las Escrituras: ‹‹Ustedes estudian las Escrituras con mucho cuidado, porque esperan encontrar en ellas la vida eterna; sin embargo, aunque las Escrituras dan testimonio de mí, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida›› (Jn 5.39, 40). ‹‹Si ustedes le creyeran a Moisés, también me creerían a mí, porque Moisés escribió acerca de mí›› (Jn 5:46).
El mismo Juan nos explica el porqué de la estructura y contenido de su Evangelio: ‹‹Jesús hizo muchas otras señales milagrosas delante de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida por medio de él›› (20.30,31) .
Es decir, Juan escribió un documento tanto evangelístico como evangelizador.
El consejo del Apóstol Pablo a su colega joven Timoteo fue: ‹‹Mientras llego, dedícate a leer en público las Escrituras, a animar a los hermanos y a instruirlos›› (1 Tim 4 13). Pablo le recordó de sus años formativos: ‹‹Tú, sigue firme en todo aquello que aprendiste, de lo cual estás convencido. Ya sabes quiénes te lo enseñaron. Recuerda que desde niño conoces las sagradas Escrituras, que pueden instruirte y llevarte a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús›› (2 Tim 3.14-15). Luego pasó a hablar de la inspiración de las Escrituras y su rol en la vida y bienestar de las comunidades cristianas.
De hecho, nuestro punto de referencia aquí es la Biblia hebrea, nuestro Antiguo Testamento. Sin embargo, al comenzar a circularse las cartas de Pablo, se les otorgó un estatus a la par de esas Escrituras. Pedro escribió a cristianos esparcidos por varios países, lejos de sus patria: ‹‹Tengan en cuenta que la paciencia con que nuestro Señor nos trata es para nuestra salvación. Acerca de esto también les ha escrito a ustedes nuestro querido hermano Pablo, según la sabiduría que Dios le ha dado. En cada una de sus cartas él les ha hablado de esto, aunque hay en ellas puntos difíciles de entender que los ignorantes y los débiles en la fe tuercen, como tuercen las demás Escrituras, o para su propia condenación›› ” (2 Pe 3.15,16).
No me atiene aquí entrar en la formación del canón del Nuevo Testamento, pero sí debemos prestar atención al rol de textos escritos en la iglesia primitiva. Desde los primeros años la lectura pública de textos caracterizaba la vida comunitaria de la iglesia. Fue una costumbre desconocida en la vida de grupos religiosos en el imperio romano de aquel entonces, con la única excepción del uso de textos en la comunidad judía, en la sinagoga. El comentar esto, Dr Larry Hurtado califica el cristianismo de ‘una religión libresca’.[2] ―un número impresionante dado que la población cristiana por el año 200 d.C. se sumaba 200,000.
Este uso de textos se convirtió en un distintivo importante en la formación y crecimiento de la nueva fe: en las reuniones, el culto y la enseñanza. A los sesenta años de la muerte y resurrección de Jesús ya existían todos los textos que componen lo que nosotros hoy llamamos el ‘Nuevo Testamento’. Notamos en la cita de 2 Pedro que las comunidades cristianas compartían estos escritos. En la carta a los cristianos en Colosas, Pablo dijo: ‹‹Después de haber leído ustedes esta carta, mándenla a la iglesia de Laodicea, para que también allí sea leída; y ustedes, a su vez, lean la carta que les llegue de allá›› (Col 4.16). Colosas distaba unos 15 kilómetros de Laodicea, pero es probable que los grupos cristianos aún más distantes intercambiaban textos.
Las nuevas iglesias no eran “unas pocas comunidades introvertidas, dispersas por aquí y allá, aisladas las unas de las otras, más bien formaban una red interrelacionada de comunidades constantemente comunicando las unas con las otras”.[4]
Por lo general los textos fueron llevados a mano y entregados personalmente a los destinatarios―es probable que Febe, líder de la iglesia de Cencreas en Corinto, y benefactora de Pablo, llevó su carta a Roma en un viaje de negocios (Rom 16.1,2). En su viaje de regreso del lugar de su encuentro con Pablo a la ciudad de Colosas, Onésimo habría llevado tanto la carta a la iglesia allá como la carta a Filemón. Este intercambio de cartas reflejó y fortaleció los vínculos entre grupos cristianos y formó una conciencia de ser parte de una entidad más grande, translocal―una comunidad de comunidades. De allí nació también otro distintivo cristiano: su preferencia por y uso del códice en vez del rollo para sus Escrituras. Ya por el año 150 estaban en circulación los cuatro Evangelios y las cartas de Pablo, tal como se encuentran en el Nuevo Testamento, pero no en un solo tomo.
Desde sus primeras cartas[5] Pablo se interesaba por responder a las preocupaciones y necesidades de los nuevos creyentes en los contextos en que se encontraban. El buscaba ayudarles a crecer en la fe, ‹‹manteniendo en alto la palabra de vida›› (Fil 2.16), para el bien del prójimo y la extensión del reino de Dios. La narrativa que ellos compartían y de la cual llegaron a ser una parte, se convirtió de historia oral en manuscrito: un nuevo género literario―cristiano―el “Evangelio”. Los cuatro evangelistas se valían de sus Escrituras―la Biblia hebrea―para narrar la historia de Israel desde otra óptica y mostrar a sus contemporáneos que Jesús fue tanto su Mesías y su Dios. A la vez equiparon sus propias comunidades para evangelizar un mundo pagano. Había una relación estrecha entre las Sagradas Escrituras y el crecimiento de la iglesia desde Pentecostés, y aún antes en el ministerio de Jesús.
2. La iglesia siríaca del siglo cuarto
El libro de los Hechos documenta el crecimiento de la iglesia en los países al oeste de Palestina, pero la iglesia también creció hacia el oriente partiendo de Antioquía, capital de la provincia romana de Siria, por la Ruta de Seda y por otras partes. A fines del siglo segundo la ciudad de Edesa[6] en Mesopotamia fue un centro importante de la fe cristiana. Los manuscritos más antiguos de la Biblia siríaca son de esa época, e incluyen el Diatesarón de Taciano, una armonía de los cuatro Evangelios, del año 170. Más luego la misma Biblia siríaca―la Peshitta―se convirtió en ‘misionera’, llegando a la India y la China hace 1500 años en manos de cristianos siríacos que llevaron la Buena Nueva ‹‹hasta las partes más lejanas de la tierra›› (Hch 1.8).
A mediados del siglo cuarto el ‘Padre’ de la Iglesia siríaca san Efrén (306-373), desempeñó un papel clave en la vida de la iglesia en Edesa.[8] Se refirió a sí mismo como a un “pastor”:
¡Señor, que los trabajos de tu pastor
no queden defraudados!
Así no habré confundido a tus ovejas,
sino que, en la medida de mi capacidad,
habré mantenido lejos de ellas a los lobos.[9]
Efrén dejó un legado extenso de comentarios bíblicos, incluyendo un comentario sobre el Diatesarón, en los cuales hizo uso de las tradiciones exegéticas de la comunidad judía, e interactuó con los temas teológicos actuales y los desafíos contemporáneos―sociales, filosóficos y heréticos.
En la literatura siríaca sobresale la poesía, y Efrén explotaba sus recursos al máximo en sus homilías y exposición de la Biblia. Unió teología y poesía. Él ‘tocaba’ tres arpas ―Antiguo Testamento (Arpa de Moisés), Nuevo Testamento (Arpa de Jesús), y la Creación ― y escuchaba ‘la música de Cristo’ en todos. Efrén leyó las Escrituras con ‘el ojo de fe’ y a diferencia de sus comentarios bíblicos, fue una lectura simbólica o tipológica, en la cual difícilmente se separaba el símbolo de la realidad.[10] El se ocupó del texto bíblico como si fuera una especie de hipertexto patrístico, una red intrincada de interrelaciones, en la cual primaba la intertextualidad en su búsqueda por el significado.
Su prédica se caracterizaba por formas poéticas:
a. Opta por presentar sus homilías en verso, un tipo de composición versificada o “homilía métrica”, en una relectura dramática de relatos bíblicos. Al leer ‘entre líneas’ y explorar los silencios del texto, Efrén logra maximizar la potencia impactante y comunicadora de la interacción entre personajes bíblicos en la narrativa bíblica.
b. En otro género literario―poemas dramáticos o “poemas de disputa”―los actores bíblicos realzan momentos decisivos en la Biblia.[11] Dos personajes intercambian estrofas cortas en un tipo de canto dialogado―y siempre ‘gana’ uno de los dos. Por esta vía Efrén pone de relieve el drama y la emoción de la narrativa. El se adentra en la tensión psicológica de los personajes para destacar el significado teológico del texto. Algunas poemas están llenos de fino, y a veces sarcástico, humor. ¡Es una suerte de ‘rap’ del siglo cuarto!
La poesía de Efrén encuentra su expresión más alta en sus himnos. El explora y explota una veta rica de símbolos para expresar imágenes del drama divino que se desenvuelve a lo largo de las Sagradas Escrituras. El los recrea para volver a reactualizarlos en la liturgia. “El propósito pedagógico de sus himnos fue crear una hermenéutica recíproca entre la narrativa bíblica y el contexto contemporáneo”.[12] Se los representó en actuaciones dramáticas, con música típica siríaca, cantados no solamente en la iglesia, sino también por coros femeninos en la plaza principal de la ciudad de Edesa. “Efrén escribió para una audiencia litúrgica. Al cantar sus poemas los feligreses ‘vivieron’ su exegesis–un proceso que formó en ellos una conciencia profunda de su identidad cristiana, fundada en la narrativa bíblica”.
Frente a los peligros internos y externos que amenazaron con socavar la vida de iglesia, la apropiación multiforme de las Sagradas Escrituras por Efrén, relacionando la Palabra de Dios con la cultura, e involucrando los feligreses en este proceso, les ayudó a entrar en la narrativa cristiana y saber quiénes eran como el pueblo de Dios. A la vez fue una bendición al mismo Efrén:
Señor, dichoso aquel cuya lengua
ha venido a ser para Ti como una cítara,
y con ella entona cantos
capaces de curar a quienes los oyen.[13]
Para Efrén la poesía y el canto en la liturgia “no tenían como finalidad ‘animar’ una celebración que de otro modo resultaría aburrida o incomprensible, sino que su finalidad era enseñar, y ciertamente, enseñar deleitando, pero todo el objeto de esa enseñanza era la fe”.[14]
Brock comenta acertadamente: “Son medios excelentes para la instrucción catequética popular, que merecen reestrenar hoy”.[17]
3. La Biblia en la cristianización del Perú en el siglo 16: Luis Jerónimo de Oré
Si bien es cierto que el proceso de cristianización en el siglo XVI y XVII en América Latina se realizó en un marco de violencia, brutalidad y opresión, ahora, entre sombras y luces se ven otros elementos.[18] Desde el punto de vista de la iglesia la cristianización se llevó a cabo por medio del Símbolo, o sea, en delineamientos fundados en el Credo de la iglesia. El ‘símbolo de la fe’ fue la base de la catequesis y el proceso se afirmó por medio de los cantos sagrados, la confesión, los sacramentos, los sermones, y las Sagradas Escrituras.
Con respecto a las Sagradas Escrituras, cabe mencionar su papel en la formación y devoción de los misioneros, sobre todo los de las órdenes religiosas. Jorge Seibold atesta
…la centralidad de la Palabra de Dios en el ‘Siglo de Oro’ español, centralidad que no fue desplazada por las restricciones que se impusieron por ese entonces a la Sagrada Escritura. Esta libertad de la Palabra de Dios en los escritos de los ‘espirituales’ del siglo XVI y XVII se trasvasará a las Indias y a la gran gesta que allí va a realizarse con motivo de la evangelización de ese nuevo mundo.[19]
Los primeros misioneros que llegaron al Perú fueron inspirados por la reforma en la Iglesia en España en los umbrales del siglo XVI. Una de sus principales figuras fue el Cardenal Ximénez de Cisneros, fundador de la Universidad de Alcalá de Henarés en 1508. Para reformar la iglesia él buscó “volver a las fuentes”, a los textos originales o más antiguos de la Biblia: hebreo y griego.[20]
Mientras no se tradujera ni el Antiguo ni el Nuevo Testamento en su totalidad a las lenguas mayoritarias del Perú, el políglota franciscano Luis Jerónimo de Oré fue uno de varios misioneros que tradujeron pasajes biblicos del leccionario al quechua y aymara para ‘los domingos y días festivos’. Su libro Symbolo Catholico Indiano, publicado en 1598, es testimonio elocuente del uso de la Biblia en los cantos sagrados. Oré tradujo narrativas extensas de la Biblia al quechua y los versificó,[22] La lectura y el canto de las Escrituras en la lengua vernácula en la liturgia imbuyeron al pueblo de un sentido de la narrativa bíblica.
Aunque es poco fácil “separar la espada de la cruz en el examen histórico de esa época de conquista”,[23] la Iglesia sí creció. La Palabra echó raíces en tierra andina, hasta proveer el lenguaje de protesta contra la opresión:
Todo el mundo den boses y mucho más bosotros, yndios, yndias. Dad bozes con los profetas, como dijo el profeta: Señor, ¿hasta quándo daré bozes y no me oyrás? Señor, ¿hasta quándo clamaré y no me rresponderás? Con ellos juntamente decid a boses llorando, gimiendo con tu corasón y ánima, boca y lengua y los ojos no sese de llorar con los profetas que os ayudará. Y todo el mundo me rresponda ‘Amén. Jesús.’ Y bosotros ermanos ermanas de este rreyno, yndios, yndias me rrespondedme ‘Amén. Jesús.’[24]
Este clamor por justicia se basa en las palabras de Habacuc y forma parte del legado bíblico en la memoria colectiva andina. La apropiación andina de la Palabra de Dios se volvió subversiva frente a las estructuras del Perú colonial.
¿En qué se desembocó este encuentro (o desencuentro) de conquista, colonialismo, Biblia y el establecimiento de la Iglesia? En un simposio en Bogotá en 2005 para marcar los 40 años de la Constitución Dogmática Dei Verbum, elP.Gabriel Naranjo presentó una vista panorámica del rol de la Biblia en la Iglesia desde el siglo 16:
Lo que mejor nos puede llevar a precisar el camino de la Biblia por América Latina no es la pastoral bíblica en cuanto tal, sino el lugar que la Sagrada Escritura ha tenido en la Iglesia… La peregrinación de la Biblia por estas tierras ha vivido tres etapas: 1. Cuatro decenios de siembra; 2. Cuatro siglos de hibernación; 3. Cuatro decenios de germinación.
En su análisis indicó que el largo ‘invierno’ se debía en gran parte a “una sustitución del texto bíblico por el catecismo y la doctrina, por supuesto sin sabor bíblico estos últimos”. Felizmente no terminó sin antes decir que con respecto a la Iglesia Católica “fue la Dei Verbum la que despabiló a América Latina del sueño bíblico en que se había sumido por más de cuatro siglos”.[25]
En cada ejemplo―la iglesia primitiva, la iglesia siríaca, la iglesia peruana―la Sagrada Escritura desempeñó un rol fundamental en la vida, continuidad y crecimiento de la iglesia, pero cada vez en relación a un determinado contexto social e histórico y con resultados distintos. La Palabra de Dios no opera en un vacío, sino interactúa en situaciones específicas con gente de diversas tradiciones culturales y religiosas, compartiendo la ambivalencia y ambigüedad de su apropiación. No obstante, la Palabra impacta vidas y sociedades en toda circunstancia y época y no puede sino dejar su impronta en la historia humana―en otro sitio intento explorar este tema en relación a la Biblia Quechua en el sur del Perú, en los contextos de la Reforma Agraria y el Sendero Luminoso en el siglo 20.[26]
4. El avance de traducción bíblica
Mientras los franciscanos y otras órdenes religiosas sentaban las bases de su presencia en el ‘Nuevo Mundo’, la Reforma Protestante iba cobrando fuerza en Europa, impulsando a la vez la traducción de la Biblia a las lenguas mayoritarias del continente.[27] Sin embargo el interés por traducción bíblica no marcó un crecimiento significativo hasta 1792 y la publicación del panfleto An Enquiry on the Obligations of Christians to Use Means for the Conversion of the Heathen por el autodidacto zapatero inglés, Guillermo Carey, de la ciudad de Northampton. El se dirigió a Serampore en la India para traducir la Biblia a las lenguas de ese gran país. Para el movimiento misionero moderno de esa época la traducción bíblica fue un elemento imprescindible de la misión―la Biblia, misión y traducción iban cogidas de la mano.
Idiomas con Escrituras
El gráfico intenta mostrar el avance de traducción bíblica a lo largo de la historia. En un milenio y medio se avanzó poco, y con la expansión colonial de España y Portugal (mayormente textos para la liturgia y el leccionario) y la Reforma Protestante se aumentó la traducción. Sin embargo es evidente que la ‘producción protestante’ en esa época no llegó a lenguas no-europeas.
El avance a partir de 1800 se debió al movimiento misionero evangélico en Inglaterra y otros países (aproximadamente 1780-1850), la creación de Sociedades Bíblicas nacionales, y una nueva fase de colonización. Mucho después, en las condiciones que resultaron de la Segunda Guerra Mundial, hubo un nuevo impulso en el movimiento misionero evangélico (sobre todo en Norte América), y una nueva ola de misioneros de la Iglesia Católica. En las Américas un porcentaje alto de los misioneros nuevos se dirigieron a los pueblos indígenas de América Latina, y en parte este fenómeno explica el aumento en traducciones en la segunda mitad del siglo 20.
Acceso a las Escrituras: Actualidad[28]
En lo que se refiere a la población global, por lo menos una porción de la Biblia existe en idiomas hablados por 93% de la población. A 460 millones de personas, o 4000 mil lenguas, les falta siquiera una porción―sea impreso o en audio―en su lengua. Sin embargo, el hecho de que las Escrituras existen en tantos idiomas, no quiere decir que el 93% de los habitantes de este orbe han escuchado, recibido o leído la Sagrada Escritura en su lengua.[29]
No obstante, la historia de la iglesia nos enseña el rol central de la traducción de la Biblia en la iglesia y la difusión de la fe cristiana. El poder traducir las Sagradas Escrituras es fundamental a la misión de la iglesia. Como resultado la iglesia sucesivamente ha cruzado fronteras culturales, estableciéndose y extendiéndose en nuevos contextos con nueva vitalidad y en formas adecuadas a esos contextos. Varios medios de comunicación entraron (y entran) en juego: lo oral, el códice, el manuscrito iluminado, el libro impreso, y ahora los nuevos medios de comunicación.[30]
El cristianismo nace del “primer acto divino de traducción a ser humano y abre paso a una constante sucesión de nuevas traducciones”.[32] Asimismo las Escrituras se vuelven contexto para pueblos y culturas, que entran y participan en su mundo de significado y experiencia, en el único y multicultural pueblo de Dios.
En el mundo actual de comunicaciones la forma, naturaleza, modalidad y prioridades de traducción bíblica pasan por un proceso de refundición, para presentar «la palabra de Dios, que es viva y permanente».[33]
5. Biblia en misión―un acercamiento global
Desde 2006 se publicaron varios documentos sobre la misión de la iglesia, p.ej. Edimburgo 2010: Misión hoy y mañana; Consejo Mundial de Iglesias: Juntos por la Vida: Misión y Evangelización en Contextos Cambiantes (2012). Aquí tratamos documentos de la Iglesia Católica y el Movimiento de Lausana.
a. Iglesia Católica
Se realizó la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida, Brasil en mayo 2007. Los obispos estaban conscientes de los cambios trascendentales en el continente desde su reunión en Santo Domingo en 1992: el impacto de la globalización, la brecha cada vez mayor entre ricos y pobres, la amenaza ecológica en la Amazonía y América Central, el aumento de villas miserias que rodeaban las grandes urbes, una población joven en constante aumento, etc. El tema de la conferencia fue “Discípulos misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos tengan vida en Él.”
En su discurso de apertura el Papa Benedicto XVI marcó la pauta que caracterizara la conferencia y llegaría aún más allá:
“Al iniciar la nueva etapa que la Iglesia se dispone a emprender en Aparecida, es condición indispensable el conocimiento profundo y vivencial de la Palabra de Dios… Hemos de fundamentar nuestro compromiso misionero y toda nuestra vida en la roca de la Palabra de Dios.”[34]
La conferencia afirmó que la Palabra de Dios es la “fuente de vida para la Iglesia y alma de su acción evangelizadora,”[36] La Biblia se ubica al pleno corazón de lo que es ser “discípulos misioneros de Jesucristo”.
Las conclusiones finales de Aparecida representaron un aporte importante al Sínodo de Obispos sobre ‘La Palabra de Dios en la Vida y Misión de la Iglesia’ que se realizó en Roma en octubre 2008. Los obispos presentaron sus “55 Proposiciones” al Papa Benedicto XVI y esas formaron la base de su Exhortación Apostólica Post-Sinodal Verbum Domini:
“…el Sínodo ha invitado a un particular esfuerzo pastoral para resaltar el puesto central de la Palabra de Dios en la vida eclesial, recomendando «incrementar la “pastoral bíblica”, no en yuxtaposición con otras formas de pastoral, sino como animación bíblica de toda la pastoral »…. la animación bíblica de toda la pastoral ordinaria y extraordinaria llevará a un mayor conocimiento de la persona de Cristo, revelador del Padre y plenitud de la revelación divina.”[37]
Benedicto constata que “en la lectura orante de la Sagrada Escritura, el lugar privilegiado es la Liturgia, especialmente la Eucaristía, en la cual, celebrando el Cuerpo y la Sangre de Cristo en el Sacramento, se actualiza en nosotros la Palabra misma.” Para él la Palabra de Dios está en la base de toda espiritualidad auténticamente cristiana, y por eso recomienda “un acercamiento orante al texto sagrado como factor fundamental de la vida espiritual de todo creyente, en los diferentes ministerios y estados de vida”. La Lectio divina “es verdaderamente capaz de abrir al fiel no sólo el tesoro de la Palabra de Dios sino también de crear el encuentro con Cristo, Palabra divina y viviente”.[38]
Verbum Domini destaca la importancia de traducción bíblica en la misión de la iglesia:
Si la inculturación de la Palabra de Dios es parte imprescindible de la misión de la Iglesia en el mundo, un momento decisivo de este proceso es la difusión de la Biblia a través del valioso trabajo de su traducción en las diferentes lenguas… Cuántos pueblos tienen hoy hambre y sed de la Palabra de Dios, pero, desafortunadamente, no tienen aún un «fácil acceso a la sagrada Escritura», como deseaba el Concilio Vaticano II. Por eso, el Sínodo considera importante, ante todo, la formación de especialistas que se dediquen a traducir la Biblia a las diferentes lenguas. Animo a invertir recursos en este campo. En particular, quisiera recomendar que se apoye el compromiso de la Federación Bíblica Católica, para que se incremente más aún el número de traducciones de la Sagrada Escritura y su difusión capilar. Conviene que, dada la naturaleza de un trabajo como éste, se lleve a cabo en lo posible en colaboración con las diversas Sociedades Bíblicas.[39]
Al establecer la animación bíblica como el transversal de toda la pastoral, al realzar la importancia de la Lectio divina para todos, y al comprometerse en forma decidida a un programa de traducción bíblica, Verbum domini se ubica en la línea del II Concilio Vaticano y Dei Verbum, y igualmente va más allá para dar la Sagrada Escritura un lugar aún más céntrico en la vida de la Iglesia.
b. Movimiento de Lausana – El Compromiso de Ciudad del Cabo
El documento del Tercer Congreso de Lausana realizado en Ciudad del Cabo en 2010 es una confesión de fe y un llamado a la acción, una expresión holística de la Buena Nueva de Jesucristo. La primera parte presenta convicciones bíblicas. Fue discutida primeramente en un encuentro de teólogos y líderes evangélicos, escogidos de todos los continentes, y luego formulado por miembros del Grupo de Trabajo de Teología de Lausana. La segunda parte hace sonar el llamado a la acción. Se dio forma a esta parte por medio de un amplio proceso de escucha antes del congreso en consultas regionales, y durante el congreso en Ciudad del Cabo.[40]
Este Compromiso funciona como una hoja de ruta para el Movimiento de Lausana durante este decenio, y busca deslindar el crecimiento por dos vertientes: ad intra y ad extra. Por el lado de la comunidad de creyentes la meta es “llegar a la madurez conforme a la plenitud de Cristo”,[43]
La Iglesia encuentra su razón de ser en la missio Dei, que define su identidad e impulsa su misión: “Esta historia debe moldear la memoria y la esperanza del pueblo de Dios, y debe regir el contenido de su testimonio evangelístico, al pasarlo de generación en generación.”[44] Por consiguiente se destaca el rol de la Biblia:
Debemos hacer conocer la Biblia[46]
Los participantes en el congreso reconocieron la realidad de “pobreza bíblica” en el mundo, y siendo la Biblia indispensable para la evangelización, se comprometieron a “apurar la traducción de la Biblia a los idiomas de los pueblos que aún no tienen ninguna porción de la Palabra de Dios en su idioma materno, y hacer ampliamente accesible el mensaje de la Biblia por medios orales”.[47]
En la sección ‘Biblia en misión’, Dr. Fergus Macdonald resaltó “la anorexia bíblica que mina el poder espiritual y el fervor evangelístico de las iglesias”.[49]
Los cambios casi tectónicos en las formas de comunicación social en el nuevo milenio no pasaron desapercibidos. Gracias al Internet y un lenguaje global digital hay nuevas maneras de estar juntos que están transformando las relaciones con instituciones sociales, incluyendo iglesias. El congreso acordó promover el “alfabetismo bíblico” entre la generación que ahora se relaciona principalmente con la comunicación digital, desarrollando “métodos digitales para estudiar la Biblia inductivamente con la profundidad de investigación que actualmente requiere de papel, bolígrafos y lápices”.[50]
En cuanto a otro gran sector de la población global―las culturas orales―se propone, como una cuestión prioritaria, “una Biblia con historias en formato oral en los idiomas del corazón de los pueblos no alcanzados y no contactados”. Asimismo se anima a las iglesias locales en el Sur global “a involucrarse con los pueblos no alcanzados en su zona a través de métodos orales que sean específicos a su cosmovisión”, valiéndose de “métodos de comunicación orales y visuales fructíferos para comunicar toda la historia bíblica de la salvación”.[51]
A diferencia de esta localización, el documento destaca la importancia de los medios globalizados, las tecnologías emergentes y la presencia cristiana en los ámbitos públicos,[52] pero no reconoce de la misma manera el cambio radical en la forma y presencia de la iglesia en el mundo. Hay un mundo occidental poscristiano y un cristianismo post-occidental—la iglesia en el ‘norte’ y la iglesia en el ‘sur’ y ‘este’―la realidad diversa con que el congreso tenía que interactuar.
El seguimiento al Compromiso se da en agrupaciones regionales convocadas en torno a temas específicas y redes informales (p.ej. Niños en riesgo). Por otro lado los cambios recomendados en Verbum Domini forman parte de un proceso a nivel diocesano, y cuentan con el apoyo de la Federación Bíblica Católica. A mi parecer el Compromiso de Ciudad del Cabo es menos conocido en la comunidad evangélica global que el Verbum Domini lo es en la comunidad católica, quizás por la naturaleza fragmentada de la comunidad evangélica a nivel global.[53]
6. La Biblia y Misión―iniciativas locales
Los siguientes ejemplos de América Latina y del Reino Unido presentan casos de la implementación y localización de estrategias misionales globales.
a. Acceso a la Palabra en Brasil
El crecimiento rápido de las iglesias evangélicas y pentecostales en Brasil—ahora representan por lo menos 15% de los 210 millones de habitantes—creó una demanda cada vez mayor por Biblias. A la vez la demanda se replicó en la comunidad católica romana. La implementación de las recomendaciones de Dei Verbum, y el crecimiento de las comunidades de base, contribuyeron a la renovación bíblica en la Iglesia Católica.[54]
La ‘Biblia Almeida’ es la Biblia ‘clásica’ de los evangélicos. El Nuevo Testamento se publicó en 1681 y el Antiguo Testamento en 1753, y desde esa fecha la Biblia ha pasado por varias revisiones. Las investigaciones del Frei Herculano Alves muestran de modo concluyente que esta Biblia es “es el libro de mayor difusión en portugués” (por el año 2007 más de 110 millones de ejemplares), y la demanda continúa. La Sociedad Bíblica de Brasil también produjo la Nova Tradução da Linguagem de Hoje, el trabajo de un equipo interconfesional de traductores. Es una Biblia que sirve a toda la comunidad cristiana. Su estilo de traducción, su lenguaje ameno, y sus notas de estudio facilitan acceso y entendimiento de la Sagrada Escritura, y su uso en grupos comunitarios.
Actualmente la Sociedad Bíblica de Brasil publica y distribuye unos siete millones de Biblias cada año en Brasil, sin contar las Biblias que publica en español y lenguas africanas (p.ej. Yoruba, Igbo) para otras Sociedades Bíblicas.
b. La Juventud de América Latina
Las iglesias en América Latina (y los gobiernos) se encuentran frente al desafío de una población joven en constante aumento. En varios países 40% de la población es menor de 15 años. La edad promedio en la Ciudad de México (20 millones de ciudadanos) es 15 años 6 meses. Cuando le pregunté al P. Omar Solis cuál fue el desafío más grande en su parroquia en Costa Rica, me respondió de inmediato: “Catequizar la generación ‘celular'”.
En 2006 la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) y las Sociedades Bíblicas Unidas (SBU) trabajaron en un programa de Lectio divina para jóvenes y niños en diversos medios—impresos, música, radio y Internet. Se diseñó esta iniciativa multimedia para dar acceso a diferentes entidades y niveles sociales en el continente—individuos, familias, escuelas, iglesias, parroquias, diócesis. Los avances tecnológicos y el desarrollo rápido de redes sociales llevó el programa a otros niveles—a Lectionautas[56] por niños—con mp3, descargas de podcast, Facebook, etc.
En dos años se entrenaron 12,500 jóvenes de parroquias en doce países para implementar el programa. Lo presentaron en sus iglesias y formaron grupos de jóvenes, utilizando celulares, tablets y otra tecnología para accesar pasajes bíblicos para reflexionar, meditar, rezar y actuar. Ellos modificaron el programa de manera creativa e innovadora , por ejemplo, texteando para animar otros miembros del grupo y compartir su experiencia de la Palabra. Luego el programa se extendió a otros lenguas, con acceso global.
Al iniciar el programa el lenguaje eclesiástico fue un problema. El mismo documento de Aparecida lo indica: “En la evangelización, en la catequesis, y, en general, en la pastoral, persisten lenguajes poco significativos para la cultura en general, y en particular, para los jóvenes.”[58]
c. Perú – ¡Alto a la Violencia!
Violencia doméstica, abuso conyugal, y maltrato y descuido del niño son temas de honda preocupación en el Perú:
Un estudio realizado por la Organización Mundial de Salud de 2.000 mujeres de 15 a 49 años de edad en Lima Metropolitana indicó que 51% de las mujeres habían sufrido violencia física o sexual a manos de sus esposos por lo menos una vez.[59]
Respondiendo a esta realidad, la Sociedad Bíblica Peruana preparó materiales basados en la Biblia para uso público, con el propósito de concientizar al pueblo y estimular acción contra el abuso conyugal—Alto a la Violencia.[61] El programa ahora cuenta con un app para celulares.
d. Inglaterra y Gales: Promoción y encuentro
En una Inglaterra posmoderna y distópica la misión de la Sociedad Bíblica es Hacer escuchar la Biblia ―”disponible, accesible y verosímil”.[62] Sus programas buscan entrelazar narrativas individuales, comunitarias, culturales y bíblicas en un plan de transformar la cultura por la Palabra de Dios. Esto les lleva a trabajar en contextos abiertos e inciertos donde enfrentan las paradojas contemporáneas en su abogacía por y presentación de la Palabra. Se ve la necesidad de volver a la narración, y, de hecho, a la historia por excelencia, en un esfuerzo por cambiar el discurso predominante y lograr un cambio transformacional en la sociedad.
Se identifican los elementos impulsores del cambio en la sociedad y tratan de influir en los agentes de cambio para devolver algo que se encuentra al margen de la sociedad inglesa al pleno centro, es decir, la Biblia. Su acción emprendedora en fomentar la interacción con la Palabra les lleva a desarrollar programas en los medios, las Artes, la política,[66]
e. Escocia: La Biblia y Educación Religiosa
La herencia cristiana de Escocia se remonta por lo menos a la llegada de San Niniano en Galloway en el sur-oeste del país en 397 d.C. Hoy día Escocia es un país multicultural y multireligioso. Religión sigue formando parte del currículum escolar, aunque en un contexto pluralista. Bibleworld, el centro interactivo educacional de la Sociedad Bíblica Escocesa en Edimburgo, y la Bibleworld unidad móvil, introdujeron escolares y colegiales a la Biblia, como parte del ‘Currículum para excelencia’ del programa de educación religiosa del Ministerio de Educación.
Además se diseñaron talleres para ayudar a los profesores y educadores cubrir el currículum de Educación Religiosa y Moral. Cada taller exploraba la relevancia del tema bíblico a otras áreas, por ejemplo, Salud y Bienestar, Alfabetismo, Ciencias Sociales, Arte terapia:
La interrelación de la Biblia y los sucesos históricos nos permite entender las prácticas y creencias cristianas y el rol fundamental que desempeñaron en la formación de la sociedad escocesa. Asimismo examinamos los valores sociales y religiosos en el contexto de la fe cristiana y del mensaje de la Biblia.[67]
Veinticinco años después de su apertura por la Reina Elisabeth II, cambios en la sociedad y programas educacionales en Escocia llevó la Sociedad Bíblica a reestructurar Bibleworld . No obstante, es evidente que el uso amplio del Centro en Edimburgo y las múltiples visitas de la unidad móvil a las zonas más alejadas del país, proveyeron a generaciones de jóvenes en ese período una vía amigable para interactuar con la Palabra de Dios. No es nada sorprendente que Bibleworld fue elogiado en muchos foros por educacionistas escoceses.[68]
Posludio
Jesucristo: Fuente y Destinatario de las Culturas
Dondequiera que estemos, global o local, urbano o rural, lectores o analfabetos, sea en el mundo de la imprenta o en el mundo digital, conviene ver nuestro tema desde otra óptica, pues la verdad es que mientras se lee la Biblia desde distintas culturas, la Biblia “nos lee” a todos. La Biblia se convierte en interlocutor: nos cuestiona, nos desafía. Todo lo pone en tela de juicio y nos encamina hacia Jesucristo, pues él es su Centro. El llega a nosotros, repitiendo así, en un sentido, la encarnación; el Verbo hecho carne, en los términos de una determinada cultura. Jesucristo llega a ser nuestro “exegeta”, haciendo que nos entendamos a nosotros mismos y dando pleno sentido a nuestra vida. El es fuente y destinatario de la cultura y, por ende, “exegesis” de la misma. Nos conduce hacia una lectura nueva y creativa de nuestras culturas, ancestrales o vi- gentes. El las juzga, purificándolas y transformándolas. El las lleva a su cumplimiento y plenitud.
Apéndice
Desafíos que se nos presentan…[69]
Las ponencias y coloquios del simposio nos hacen ver una serie de retos actuales en torno a ‘Biblia y Misión’, p.ej. la urgencia de traducir la Biblia para las etnias sin Escrituras; la provisión de Escrituras en formatos y medios aptos para distintos públicos; el contexto posmoderno y secular del ‘Occidente’; la presentación de la Palabra de Dios en contextos donde rige ‘la hermenéutica de sospecha’. Sin minimizar estos, quisiéramos enfocar lo siguiente:
1. El cuidado de la creación
Hace poco Dr Chris Wright dijo: “Hay Cristianos que viven y actúan como si se hubieran arrancado de su Biblia las dos primeras páginas y las dos últimas páginas―pero la Biblia comienza con la creación y termina con la nueva creación”.[70] En el libro Sorprendido por la esperanza: Repensando el cielo, la resurrección, y la misión de la iglesia, N.T.Wright ayuda a la iglesia entender su rol y responsabilidad para la creación desde otra óptica. La EcoBiblia edición de la Traducción en Lenguaje Actual y la Green Bible edición de la NRSV en inglés también lo destacan.
Los eventos de los últimos años nos obligan a repensar el tema, llevándonos a un consenso. El Compromiso de Ciudad del Cabo del Movimiento de Lausana afirma:
Si Jesús es Señor de toda la tierra, no podemos separar nuestra relación con Cristo de la manera en que actuamos con relación a la tierra. Porque proclamar el evangelio que dice “Jesús es Señor” es proclamar el evangelio que incluye a la tierra, dado que el señorío de Cristo es sobre toda la creación. El cuidado de la creación es, por lo tanto, un tema del evangelio dentro del señorío de Cristo.[71]
La encíclica de 2015 del Papa Francisco, Laudato Si: Sobre el Cuidado de la Casa Común, toma como punto de partida el cántico de San Francisco de Asís, que nos recuerda “nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos”.[73]
2. Hospitalidad como Misión – La Bienvenida de Dios en un mundo de diferencia
La situación actual en el Medio Oriente y Europa, como en otras partes del mundo, nos plantea las necesidades clamantes de migrantes hoy. La Biblia es, entre mucho, un registro inspirado e inspirador de pueblos desplazados y desposeídos que encontraron una identidad y un hogar en Dios. Desde su inicio el pueblo de Dios tenía que mantener presente su responsabilidad hacia los extranjeros:
Porque el Señor su Dios es el Dios de dioses y el Señor de señores; él es el Dios soberano, poderoso y terrible, que no hace distinciones ni se deja comprar con regalos; que hace justicia al huérfano y a la viuda, y que ama y da alimento y vestido al extranjero que vive entre ustedes. Ustedes, pues, amen al extranjero, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto.
(Deut 10.17-19)
No es de extrañar que es el filósofo judío y sobreviviente del Holocausto, Emmanuel Levinas, que nos recuerda que lo desconocido y poco familiar “otro” es la cuestión religiosa de hoy.
Al igual que el pueblo de Israel, se les hizo recordar a los cristianos su responsabilidad:
No se olviden de practicar la hospitalidad, pues gracias a ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
(Heb 13.2)
Para cristianos filoxenia (el amor por los extraños) reemplazó xenofobia (el miedo, rechazo u odio al extranjero). En Jesucristo Dios nos da la bienvenida, Dios es el anfitrión que nos recibe con los brazos abiertos, los que «antes ni siquiera eran pueblo» ahora son «pueblo de Dios» con una identidad, un hogar y una comunidad. Ser una comunidad hospitalaria es abrirse a otros de la misma manera que Jesucristo nos recibió al reino de Dios. Es compartir la hospitalidad de Dios con el extranjero, que es el “otro”.
Tenemos que enfrentar los problemas y los asuntos difíciles con una mente abierta y buscar discernir la voluntad de Dios. En un mundo cambiante la visión del ‘reino inconmovible’ de Dios nos atrae, inspira y empuja—esa comunidad de comunidades, donde se afirma la pluralidad de identidades y se celebra el ser diferente, donde se realiza finalmente y plenamente el shalom de Dios.
3. De la página impresa a la cultura del imagen
En este nuevo milenio nos movimos de una forma de cultura moldeada por las ideas, autoridades, instituciones y cosmovisión de un entendimiento basado en medios impresos a culturas ‘re-formadas’ por medios electrónicos de comunicación . El Internet ha redefinido el mundo y el nuevo lenguaje global es digital, ahora lo visual predomina y nos encontramos insertos en la cultura de la imagen.
En el mundo actual los medios de comunicación son en realidad el nuevo ‘Areópago’. Nos están afectando a nivel mundial y nuestras sociedades (y los diferentes segmentos dentro de las sociedades individuales) se ven impactadas de diferentes maneras y grados. En América Latina, por ejemplo, la premodernidad, la modernidad y la posmodernidad coexisten en un mismo país. Existen múltiples competencias de lectura, diferentes lenguajes de comunicación y una topografía de discursos movediza, que requieren investigación y evaluación para determinar el camino a seguir en la comunicación del mensaje bíblico.
El virtual monopolio social que tenían las iglesias sobre la religión ha desaparecido. El centro de la actividad religiosa ha pasado al mercado de los medios. Para muchas personas los medios se han convertido en la fuente principal de información y exploración espiritual, la creación de sentido, ritual, y de experiencia religiosa y trascendental―para ellos “los medios son el lugar actual de resacralización y reencanto de las culturas”.[75]
Los autores del Nuevo Testamento presentaron un Jesús que es a la vez la Palabra de Dios (logos)[79]―y decidieron seguirle.
Más tarde dijeron de él:
Les escribimos a ustedes acerca de aquello que ya existía desde el principio, de lo que hemos oído y de lo que hemos visto con nuestros propios ojos. Porque lo hemos visto y lo hemos tocado con nuestras manos. Se trata de la Palabra de vida.
A lo largo de la historia, cristianos inspirados por el Espíritu de Dios se han caracterizado por una creatividad innovadora en comunicar la fe, entre ellos San Efrén y San Juan de Damasco. Dios nos llama a responder a seguir en sus huellas, impulsados por el Espíritu Creador hoy.
4. Violencia en la Biblia
El tema de violencia en la Biblia cobró nueva fuerza para mí hace poco, al preparar notas devocionales sobre el libro de Deuteronomio para lectura diaria. Todo iba bien hasta no llegar a capítulo 7, y el mandato divino a exterminar los habitantes de Canaán, y a destruir sus dioses y sitios religiosos…. y nuevamente en cap. 20 y la guerra santa. Pensé en los futuros lectores de las notas, y las noticias diarias de la TV y los medios sociales de las atrocidades de ISIS en el Medio Oriente (exterminio de pueblos enteros, destrucción de sitios religiosos, etc.). Me di cuenta que el ejemplo contemporáneo de la acción de Deuteronomio 7 que podría estar en la mente de estos lectores sería los de ISIS y no del Dios de Israel.
La violencia en la Biblia, sobre todo en el Antiguo Testamento, está caracterizada por ambigüedad y ambivalencia. Nos dificulta entender la inhumanidad del hombre hacia su prójimo, y aún más cuando la violencia parece ser autorizada o aprobada por Dios. A cortos pasos del Huerto de Edén, la violencia nos enfrenta, y de allí se asoma vez tras vez, sin ir más allá de Génesis:
4.7, 9 ‘Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo… ¿Dónde está tu hermano Abel? ‘
4.10,13 ‘La sangre de tu hermano me pide a gritos que yo haga justicia… Tendré que vagar por el mundo y cualquier que me encuentre me matará.’
4.23, 24 ‘Un día, Lámec les dijo a sus esposas Adá y Silá:
«Escuchen bien lo que les digo:
he matado a un hombre por herirme,
a un muchacho por golpearme.
Si a Caín lo vengarán siete veces,
a mí tendrán que vengarme
setenta y siete veces.»’6.11 ‘Pero Dios vio que la tierra estaba corrompida y llena de violencia (hamas)’. El diluvio―¿un acto violento?
14.14-20 Abraham y sus 318 hombres…y la bendición del Dios Altísimo.
16.6,9 Abram le contestó: ‘Mira, tu esclava está en tus manos; haz con ella lo que bien te parezca; … y comenzó Saray a maltratar a Agar tanto que Agar huyó.’ Aún así el ángel del Señor le dijo: ‘Vuelve junto a ella y sométete a su autoridad’ (con todo, habría una promesa especial).
22.11,12 ‘¡Abraham! ¡Abraham!… No pongas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas ningún daño…’
34 La violación de Dina y la venganza.
39, 47.20-26 Aplaudimos la acción de José al rechazar el intento por seducirlo—¿y su política de esclavizar a un pueblo entero?
‘La violencia se alza en la ley de la convivencia humana, y convierte a ésta en un imposible, infectando la vida.’[80]
La violencia en la Biblia es multifacética: está al servicio de la supervivencia del pueblo elegido; se caracteriza una sociedad patriarcal donde predomina la retórica masculina en desmedro de la mujer; Yahvé es un guerrero al frente de las guerras de Israel; etc. Pero la violencia está también al servicio de la justicia o se pone a disposición de la paz.
En la pastoral de la Iglesia esta violencia levanta interrogantes en torno a la Sagrada Escritura–¿es recurso o obstáculo en el camino? En su conferencia el Obispo de Oslo mapeó modos por los cuales podemos abordar esto, delineando el corriente humanitario y compasivo que también caracteriza Deuteronomio.[81] Felizmente, ahora hay biblistas que nos ayudan a leer la Biblia desde otra óptica, y abren paso a un compromiso decidido en pro del bienestar integral de nuestros pueblos, pero es evidente que todavía hay gran trecho que recorrer.
5. Narración y performancia
El narrar historias se remonta a los primeros balbuceos de la raza humana. Muchas culturas conservan hoy una rica tradición oral,[82] a pesar del impacto de los medios masivos de comunicación. Al mismo tiempo, hay una recuperación notable de la historia y la narrativa en sociedades donde la cultura impresa antes prevalecía. Se la ve en la educación, el entretenimiento, programas de salud (p.ej. dramaterapia, programas de reminiscencia), espiritualidad y evangelismo. El blog es una forma contemporánea de narrar su historia personal. El Compromiso de Ciudad del Cabo del Movimiento de Lausana presenta el reto actual de comunicar el mensaje bíblico en culturas orales
En el campo de Ciencias Bíblicas en las últimas décadas se nota un interés cada vez mayor en oralidad, competencias de lectura, y memoria―una fase que comenzara con la publicación en 1983 de El Evangelio oral y escrito: La hermenéutica de hablar y escribir en la tradición sinóptica, Marcos, Pablo y Q de Werner Kelber, y posteriormente lo desarrollaron biblistas como Tomás Boomershine[83] en relación a la narración y los nuevos medios.
Estudios recientes sobre los cuatro Evangelios investigan el contexto oral en el cual nacieron y la relación entre texto escrito y la performancia.[87]
En el Antiguo Testamento hay ejemplos de la escenificación de la palabra profética en el cuerpo mismo del profeta, siendo él su sujeto (el hablador) y su objeto (la víctima). En el caso del profeta Ezequiel su texto a menudo lo dejó agobiado―el texto se apoderó de él y no vice-versa. Son ejemplos que apuntan maneras de ‘re-presentar’ la narrativa bíblica hoy. Yvonne Sherwood sugiere que en dicha ‘re-performancia’ hoy se debe yuxtaponer el texto bíblico con “fragmentos de lo contemporáneo” para lograr “una exegesis y crítica mutua”[88]―un acercamiento al texto que hace recordar la “hermenéutica recíproca” de San Efrén.
La narración y la performancia son opciones muy prometedoras para los múltiples contextos donde nos toca presentar la Palabra hoy.
[1] Larry Hurtado. “Early Christianity – A Bookish Religion: Reading, Writing and Disseminating Texts”. Peter Craigie Memorial Lecture, Universidad de Calgary. 12 de enero, 2016.
[2] P.e. homilías, tratados, martirios, documentos pastorales. Véanse El Didache, 1 Clemente, Epistola de Bernabé.
[3] Richard Bauckham, ed. 1988. The Gospels for All Christians: Rethinking the Gospel Audiences. Grand Rapids: Eerdmans, p. 2.
[4] E. Randolph Richards. 2006. Paul and First-Century Letter Writing: Secretaries, Composition and Collection. Downers Grove: InterVarsity Press, p.163.
[5] La Primera carta a los Tesalonicences es la carta más antigua que se ha conservado de Pablo, y al mismo tiempo, es probablemente el escrito más antiguo del Nuevo Testamento.
[6] Hoy la ciudad de Urfa en Anatolia suroriental en Turquía.
7 Nació en Nisibe por el año 306. Se formó y creció junto a Santiago, obispo de Nisibe, y fue ordenado diácono. Junto con el obispo fundó una escuela teológica allí y vivió intensamente la vida de la comunidad cristiana. Cuando Nisibe cayó en manos de los persas en el año 363, Efrén emigró a Edesa, donde sirvió de diácono toda la vida. Murió en esa ciudad en el año 373, al quedar contagiado mientras atendía a los enfermos de peste.
[8] Ver Sebastian Brock. 2006. The Bible in the Syriac Tradition. Piscataway: Gorgias Press, pp. 73-95.
[9] De la colección de himnos Contra Haereses LVI,10, citado por Francisco Javier Martínez, “Los himnos de San Efrén de Nisibe y la liturgia de la Iglesia en lengua siríaca”. www.arzobispodegranada.es/pdfs/40.pdf, p.17.
[10] Carmen Maier. 2012. Poetry as Exegesis: Ephrem the Syrian’s Method of Scriptural Interpretation. Tesis doctoral, Princeton Theological Seminary, 3.3.3.1.
[11] Por ejemplo, Caín y Abel (Gn 4), José y la esposa de Potifar (Gn 39), el ángel Gabriel y la Virgen María (Lc 1.26-28).
[12] Maier, op. cit., 3.3.3.2.
[13] De Fide II,15.
[14] Martínez, op. cit., pp. 67-68.
[15] Brock, op. cit., p.81.
[16] Ver http://www.biblicalperformancecriticism.org/
[17] Benedicto XVI. “San Efrén el sirio”. Audiencia General. 28 de noviembre de 2007.
[18] “Ciertamente el recuerdo de un pasado glorioso no puede ignorar las sombras que acompañaron la obra de evangelización en el continente latinoamericano: no es posible olvidar los sufrimientos y las injusticias que infligieron los colonizadores a las poblaciones indígenas, a menudo pisoteadas en sus derechos humanos fundamentales. Pero la obligatoria mención de esos crímenes injustificables – por lo demás condenados ya entonces por misioneros como Bartolomé de Las Casas y por teólogos como Francisco de Vitoria, de la Universidad de Salamanca – no debe impedir reconocer con gratitud la admirable obra que ha llevado a cabo la gracia divina entre esas poblaciones a lo largo de estos siglos”. Benedicto XVI. Audiencia General, Nota 4. 23 de mayo 2007.
[19] Jorge Seibold. 1993. La Sagrada Escritura en la Evangelización de América Latina. Buenos Aires: Ediciones Paulinas, p.93.
[20] Su gran logro fue la Biblia Poliglota Complutense. Un ‘ex-alumno’ de Alcalá se convirtió en el teólogo más destacado del Tercer Concilio Limense (1582-84): el jesuita José de Acosta, autor del primer libro misionológico escrito en el ‘Nuevo Mundo’, De Procuranda Indorum Salute. En este libro, escrito en Perú en 1577, hay 900 citas bíblicas.
[21] El quinto himno del Symbolo Catholico Indiano se basa en los siguientes pasajes bíblicos: Gn 6-11 (el diluvio); Mt 3, Mr 1 (el bautismo de Jesús), Jn 1; Mt 4, Lc 4, Mr 1 (la tentación de Jesús); Lc10 (enseñanza y milagros de Jesus); Mt17, Lc 9, Marcos 9 (la transfiguración); Mt 16 (discipulado); Mt 21, Lc 19, Jn 12 (la entrada en Jerusalén); Mt 26, Mr 14, Lc 22 (la cena de Pascua) – fols. 107-124v.
[22] Op.cit., f63v.
[23] Samuel Escobar. 2012. En Busca de Cristo en América Latina. Buenos Aires: Ediciones Kairos. p.7.
[24] Guamán Poma de Ayala. [1609] 1980. Nueva corónica y buen gobierno. John V. Murra y Rolena Adorno, eds. México: Siglo Veintiuno, p.850.
[25] Gabriel Naranjo S. 2005. “El caminar de la Pastoral Bíblica antes y después del Concilio en América Latina”. La Palabra Hoy XXX.16: 40, 41, 47.
[26] “Bible translation, the Quechua people and Protestant church growth in the Andes” en Pauline Hoggarth, Knud Jørgensen, Fergus Macdonald, Bill Mitchell, eds.Bible in Mission. Oxford: Regnum Books International : 216-223.
[27] Por ejemplo: alemán, español, frances, italiano, inglés.
[28] Cifras de 31.12.2014. Para estadísticas adicionales, ver – https://www.unitedbiblesocieties.org/wp-content/uploads/2015/04/Acceso-mundial-a-las-Escrituras-%E2%80%93-Informe-Progreso-anual-2014.pdf)
[29] Según UNESCO hay 775 milliones de personas analfabetas hoy, sin contar los ‘analfabetos funcionales’.
[30] Paul Soukup. 2013. “Information Management and the Delivery of the Bible” en Pauline Hoggarth, Knud Jørgensen, Fergus Macdonald, Bill Mitchell, eds. Bible in Mission. Oxford: Regnum Books International., pp. 273-280.
[31] Andrew F. Walls. “The Translation Principle in Christian History” en Phlip Stine, ed. 1990. Bible Translation and the Spread of the Church. Leiden: E.J.Brill, p.25.
[32] Lamin Sanneh. 2003. Whose Religion is Christianity? The Gospel beyond the West. Grand Rapids: Eerdmans, pp. 106-7.
[33] 1 Pedro 1.23 (DHH).
[34] CELAM, 2007. Documento Conclusivo: Aparecida, 13-21 de mayo de 2007. Bogota: Conferencia Episcopal Latinoamericana. §247.
[35] Ibid.
[36] Op. cit., §249.
[37] Benedict XVI. 2010. Verbum Domini. Rome: Libreria Editrice Vaticana. §73.
[38] Ibid., §86, 87.
[39] Verbum Domini, §115.
[40] Introducción, El Compromiso de Ciudad del Cabo. www.lausanne.org/es/contenido/compromiso-de-ciudad-del-cabo/compromiso.
[41] Ephesians 4:11-12.
[42] El Compromiso de Ciudad del Cabo, I.10.C.
[43] Ibid., II, D.1.
[44] Ibid.,I.6.b.
[45] “Recibimos toda la Biblia como la Palabra de Dios, inspirada por el Espíritu de Dios, hablada y escrita a través de autores humanos…. Afirmamos que la Biblia es la Palabra escrita final de Dios, no superada por ninguna revelación adicional, pero también nos regocijamos en que el Espíritu Santo ilumina las mentes del pueblo de Dios de forma que la Biblia continúa hablando la verdad de Dios de formas nuevas a las personas de cada cultura”. Ibid., Primera Parte, 6.
[46] Ibid.
[47] Ibid., II, D.1, C. Este tema se trata también en D.2 enfocando nos solo los “aprendices orales primarios”, sino también los “aprendices orales secundarios” (personas que están técnicamente alfabetizadas pero prefieren ahora comunicarse de una forma oral, dado el auge del aprendizaje visual y el predominio de las imágenes en la comunicación).
[48] https://www.lausanne.org/content/scripture-in-mission-fergus-macdonald-2.
[49] Op. cit.,II. D.1, C
[50] Op. cit., II. e, D. 1. d. 2.
[51] Ibid., II. D.2.
[52] Ibid., II. A.4-7.
[53] El Dr Chris Wright, uno de los autores principales del Compromiso de Ciudad del Cabo, dictó la catedra ‘Downey’ en Ambrose University, Calgary, Alberta, Canada (10-11 February 2016) sobre el tema “Misión Integral”. Para sorpresa mía la mayoría de los asistentes no conocían el documento (que formaba la base de las conferencias). En visitas a América Latina he notado que algunos participantes piensan que no había el aporte latinoamericano al documento que hubieran querido.
[54] “Nadie sabe explicarlo. La Iglesia Católica en Brasil se vio completamente absorta en el interés del pueblo en la Biblia, algo inédito en su historia”. P. Carlos Mesters en Rogelio de Almeida Cunha, 2008. “Fundamentos para una Lectura Popular de la Biblia”. La Palabra Hoy, Vol. XXXIII, 129-130: 70.
[56] www.discipulitos.com. (Ahora www.cristonautas.com).
[57] CELAM. 2007. Op. cit.: §100d.
[58] Edesio Sánchez, “Children, Theology and Translation in Latin America: La Traducción en Lenguaje Actual“. Ponencia presentada en la Reunión Anual de la la Sociedad de Literatura Bíblica, New Orleans, 21-24 November 2009.
[59] Rhoda E. Mitchell, 2008. Empowering Women and Including Men: A Case Study of Gender-Based Violence in San Juan de Lurigancho, Peru. Tesis MSW, Universidad de Calgary, Alberta, Canadá. http://www.ucalgary.ca/md/PARHAD/documents/2008-Empowering_Women_and_Including Men.pdf, p.13.
[60] www.sbp.org.pe.
[61] Ver “Cartilla educativa para niños y adolescentes busca prevenir el maltrato y la violencia sexual”. www.sbp.org.pe.
[62] http://www.christianmarketplace.org.uk/engine.cfm?i=43&cma=1717.
[63] P.ej. Theos – el grupo de reflexión de ‘teología pública’.
[64] P.ej. El programa BIBLOS de investigación sobre ‘Educación y Biblia’ (Universidad de Exeter).
[65] P.ej. ‘La Biblia en la pastoral’ (Universidad de Cardiff, Gales), ‘Sagradas Escrituras y Hermenéutica’ (Universidad de Gloucester).
[66] P.ej. Interacción con ‘íconos culturales’ contemporáneos, como los de la telenovela Eastenders.
[68] Ver también Fergus Macdonald. 2007. The Psalms and Spirituality. Edimburgo: Universidad de Edimburgo. Tesis doctoral, p.7.
[69] En la última sesión del simposio exploramos los desafíos que nos enfrentan en el área de ‘Biblia y Misión’.
[70] Catedra Downey, Ambrose University, Calgary, Alberta, Canada.11 February 2016.
[71] El Compromiso de Ciudad del Cabo. I.7. A.
[72] w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html. §1.
[73] www.worldevangelicals.org/cctf/
[74] Jesús Martín-Barbero, 1997. “Mass Media as a site of resacralization in contemporary culture”, en Stewart M. Moover y Knut Lundby, eds., Rethinking Media, Religion and Culture. Thousand Oaks: Sage Publications, pp. 111-112.
[75] “Internet: un nuevo foro para la proclamación del Evangelio”, §2. 12 de mayo 2002. w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/messages/communications/documents/hf_jp-ii_mes_20020122_world-communications-day.html
[76] Juan 1.1-4,14.
[77] Col 1.15-17.
[78] Juan 17.24; 14.9.
[79] Jn 7.46.
[80] Francisco Martinez Fresnada. 2002. La Paz: Actitudes y Creencias. Murcia: Editorial Espigas., p.27.
[81] Bishop Ole Christian Kvarme, ‘Bibelen som misjonens hjerte’ – conferencia presentada en el simposio ‘Bibel i misjon’, Menighetsfakultetet, Oslo. 10 March 2016.
[82] Ver, por ejemplo, la novela El Hablador de Mario Vargas Llosa, sobre la etnia Machiguenga de la selva peruana.
[83] Story Journey: An Invitation to the Gospel as Storytelling. Nashville: Abingdon Press, 1988.
[84] Ver, por ejemplo, Marlon Winedt, Oralidad en tiempos de Jesús. www.sbp.org.pe/cat-noticias/762-video-conferencia-la-oralidad-en-los-tiempos-de-jesús-con-marlon-winedt.
[85] Jesus Remembered. Grand Rapids: Eerdmans. Pp. 248-9.
[86] Jan Assmann. 2006. “Form as a Mnemonic Device: Cultural Texts and Cultural Memory” en Richard A. Horsley, Jonathan A Draper, John Miles Foley, eds. Performing the Gospel: Orality, Memory and Mark. Minneapolis: Fortress Press, p.75.
[87] Ver www.biblicalperformancecriticism.org.
[88] “Prophetic performance art”, The Bible and Critical Theory (2006) 2(1): 1.1–1.4.